martes, 8 de enero de 2008

Visita al doctor

Ando mal de la garganta, no es algo grave tan solo una de esas infecciones que rondan en estas épocas y que se propagan rapidísimo. Para tratarme fui de visita con dos doctores diferentes, uno de ellos médico de los del Dr. Simi de $25 varos y una copia de su título engrapada en la pared. No digo que sean malos médicos, pero por supuesto que por ese precio y la cantidad de gente que tienen, sus chequeos básicamente son de tipo:
DS:¿Qué es lo que tiene?
YO: Me duele la garganta
DS: A ver diga AHHH
YO: AHHHH
DS: Lo que usted tiene es una infección en la garganta, tómese estas vitaminas del Dr. Simi, son $25 pesos por favor
YO: ...Neta?

Por supuesto su tratamiento no tiene nada de efectivo, pero al menos ya puedo decir que probé su método.

Por otro lado fui con un médico competente, con 45 títulos colgados en sus paredes y 50 años de experiencia. La diferencia desde el trato al llegar es abismal, siendo médico de varias generaciones en mi familia, te hace sentir tranquilo, seguro y sobre todo su trato es amistoso, cordial y muy profesional... pero cuesta $500 pesos.
A pesar de todo esto mientras me examinaba la garganta con un abatelenguas y su lamparita, no pude evitar sentirme muy incómodo cuando se te acerca a diez centímetros de tu cara y tú no puedes ni siquiera voltear hacia otro lado, puesto que ocupa todo tu campo visual... es un momento donde lo único que puedes hacer es mirar hacia arriba, perderte en su bata color blanco o mirarlo directamente a los ojos (pero esto último vuelve el momento aún más incómodo, al menos para mi). Lo mismo me ocurre con mi dentista, con mi dermatóloga... ¿Me pregunto cómo me voy a sentir cuando vaya con el proctólogo?
Pensándolo bien, creo que prefiero que se me sigan acercando a la cara.

1 comentario:

Moki Mom dijo...

jajajaja, bueno, en estos casos, no le tendrás que ver la cara al doctor