jueves, 31 de enero de 2008

Chilangueando en provincia V

Esta mañana salimos de Caborca hasta las 1230, con rumbo a Puerto Peñasco, otro lugar agringado en el que ya te cobran en dolares y todo está en inglés, pero muy bonito de cualquier manera. El camino para llegar ahí fue una recta de 60 kilómetros en un desierto típico de película, algo difícil de describir con palabras. Una de las cosas relevantes es la cantidad de fauna que anuncian: tortugas, pumas, venados, impalas, carneros, codornices, coyotes y correcaminos, de los cuales lo único que hemos visto es a los dos últimos, y una vez más me siento engañado. ¿Es que nada de lo que me enseñó la televisión es real? Ni los correcaminos miden dos metros, ni son azules, ni los coyotes andan en patines usando cohetes de propulsión.
De Puerto Peñasco nos fuimos a Sonoyta, sin mucho que ver ni reportar, seguimos a San Luis Río Colorado, que ya viene siendo más bien una extensión de Yuma, Arizona. Pero el lugar está bien, muy alegre, con mucho colorído (o será que llegamos de noche y todo tiene luces de neón); por un momento pensamos en quedarnos ahí, pero Mexicali ya estaba a tan solo 60 kilómetros y la meta era dormír en Baja California Norte, así que nos fuimos y por fin cambiamos de estado-

La primera impresión es que es una ciudad mucho más grande de lo que pensábamos, y está muy polvosa (supongo que es arena, por los desiertos), como ya llegamos tarde, no vamos a hacer nada hasta mañana.

Hoy no pude cargar fotos porque no hay manera de subirlas a Flickr, supongo que mañana subiré el doble...

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