Confesiones de un naco

Hola...
Mi nombre es Paul Hewson y soy un naco...
Esto puede ser sorpresa para algunos de ustedes, o no, finalmente me tiene sin cuidado, pero para el post en cuestión quería decirlo abiertamente.

Claro que hay de nacos a nacos, hay nacos futbolistas, nacos de nacimiento, nacos de clóset, nacos sin tapujos, nacos por adopción, nacos sin cultura, nacos fresas, nacos feos, nacos con dinero, nacos orgullosos y nacos que le tienen miedo a lo naco y por eso no conocen algunas partes de nuestra cultura... ayer me consideré dentro de estos últimos.

Resulta que fui invitado por centésima vez a las luchas -así es, nunca había ido a las luchas- y finalmente acepté, y lo malo no es tanto no haber ido antes, sino no saber cuál es el comportamiento adecuado. Nunca había ido, no tanto por lo naco de ir a las luchas, sino por falta de interés...
Yo no sabía ni siquiera llegar a la Arena México, y estando ahí no conocia el protocolo a seguir, y cuando uno es nuevo en estas cosas, es un poco tímido, llegas y te sientas con reserva, estudias el lugar, la gente... claro que en cuánto comprendes que no se trata de ser de uno u otro bando, sino de sacar lo que llevas dentro, te liberas, gritas, aplaudes, te paras, te ríes, convives...

Es increíble ese mundo, no les diré que ya soy fan, no pienso ir cada viernes, pero sí puedo decirles que fue una experiencia muy divertida, llena de folklor (y como bien saben para folklor, los mexicanos nos pintamos solos) nunca había visto tal convivencia de clases, ni tampoco un lugar con más irreverencia, pero eso es justamente lo que lo hace tan especial. Una familia de "pudientes" sentada junto a un gordo en camiseta de tirantes, shorts y chanclas de "pata de gallo", apoyando todos al mismo luchador y mentándole la madre al rival. Vendedores de "cueritos", papas, palomitas, "petsas" (pizzas), sopas instantaneas y -obviamente- cerveza que se pasean durante todo el match, albureando gente, vendiendo, parándose enfrente de la gente sin importarles los gritos ni las rechiflas, caricaturistas (el Tony), personajes de televisa que aparecen caracterizados y reciben insultos de la audiencia, comentaristas que llevan toda una vida en esto, "Elvirita" que es la ancianita que lleva miles de años yendo a las luchas y es más conocida que algunos luchadores, las porras (la técnica y la ruda) y por supuesto los "gladiadores" son algunos de los personajes que anoche me tocó ver.

En si, les tengo que decir que la lucha no fue tan espectacular, a ver si me explico, you fui apoyando el lado técnico, o en realidad no me había decidido, pero cuando vi luchar a los rudos y siendo fiel siempre al lado luminoso de la fuerza, me dije "esos pinches rudos son unos ojetes" y me decidí a apoyar al bando técnico. Pues la lucha estuvo -como siempre- llena de acrobacias, saltos desde la tercera cuerda, trampas, golpes bajos, vuelos imposibles, llaves y movimientos que uno no sabía que se pudiesen hacer... el veredicto:
Es el mejor teatro al que he ido, no sólo es interactivo, sino que las coreografías son impresionantes, pero para mi no deja de ser eso: teatro. Y ya sé que no estoy descubriendo nada, todo el mundo sabe que no hay golpes en verdad fuertes, o que los luchadores se "palmean" para obtener un ruído que parezca un golpe; de hecho eso es lo que aplaudo, que son capaces de meterte en la actuación al grado de realmente sufrir cuando a tu luchador favorito le están "partiendo el queso" entre 3 luchadores del bando contrario. Lo malo de todo esto, es que para ser mi primera vez y haber escogido a los técnicos, no me fue nada bien. No ganarón ni una pelea, ni siquiera teniendo al "Místico" que era como la actuación estelar y que fue el luchador que me decepcionó más... en su pelea, le quitaron la máscara... no una, sino ¡4 VECES! y sólo hizo una acrobacia digna en toda la noche y ni siquiera fue "la mística"... bueno, no siempre se gana.
En fin, los precios van de los $30 pesos hasta los $280, y los boletos se pueden comprar en Ticketmaster.

Pues el que escribe se quedó con un buen sabor de boca; de que regreso, regreso, en especial para gritar las cosas que mi educación nunca me ha permitido gritar en otro lado, para beber cerveza y comer como cerdo y sobre todo para convivir con esa interesante especie que tenemos sólo en México y en especial en Chilangolandia conocida como "el naco".

Por cierto, si crees que ser naco es "cool", eres un farsante... ser naco es "chido" y nada más.