Ahora sí nos levantamos para ir a Blue Mountain otra vez, y curiosamente (en viernes) la encontramos vacía, pero eso nos dió más chance de estar a gusto.
Ya por fin pasé el Stage 4 y me aventé de una colina llamada "The Graduate" con lo que ya pasé de ser principiante a ser intermedio.
El ski es más difícil de lo que se ve, pero más sencillo de lo que uno pensaría... e insisto, la parte más padre es subirse a la montaña, ver todo a tus pies (aunque esta no es para nada el Everest) y escuchar el aire soplar. Quedarse un rato viendo todo para después salir como un loco hacia la base. Sólo que la primera vez que me lancé del "Graduate", no calculé bien mi peso y la inclinación y me caí, perdí los esquís, mis lentes, mi gorro y me arrastré de cara un par de metros hasta que me detuve... no pasó a mayores, lo único que me lastimé fue mi ego; así que me levanté me vestí y bajé para subir inmediatamente y volverlo a hacer, esta vez (y las siguientes 5) sin complicación alguna. Bonito deporte, ¿y el frío?, bien gracias. Ya somos hijos de la montaña, Con temperaturas de 2°C ya hace calor y todos nos quitamos las chamarras.
Un gran último día, que incluyó unos vodkitas por la noche, y la temida "re-construcción" de las maletas para salir mañana.
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